viernes, 8 de junio de 2012

Rebeldes 79, una historia (3)


En la protohistoria de Rebeldes queda una actuación de Carlos y Aurelio en la fiesta de fin de curso de los jesuitas de la calle Caspe el año 1978. En aquella actuación el batería fue el tenista Joan Aguilera, 3 años antes de hacerse professional de la raqueta, y que por aquel entonces tenía 16. Según Carlos y Aurelio, Aguilera era un muy buen batería.
Más o menos en aquel momento aterrizó en España un histórico del rockabilly, Sleepy LaBeef. 20 años después de haber sacado su primer single. A mediados de los 70 Sleepy LaBeef había firmado por Sun Records, por lo que a su llegada a España repartiría unas tarjetas amarilas que certificaban que era un artista de tan mítico sello. Durante dos veranos Carlos Segarra tocaría el bajo en las giras españolas de Sleepy LaBeef, el autoproclamado Rey del boogie.
De hecho Sleepy LaBeef se vió beneficiado por el revival del rockabilly que culminaría justo entrar los 80 con la eclosión de los Stray Cats. Pero antes de que esto ocurriera sus versiones de Big Bopper o de Fats Domino como Chantilly Lace o Hello Josephine se convitieron en  moderados éxitos en aquella España deseosa de cambios.
Unos meses más tarde otro icono del rockabilly se dejaría caer por estas latitudes, coincidiendo más o menos con la presentación su tercer álbum de estudio: Rock Billy Boogie.  Era Robert Gordon que con gran tenacidad había mantenido la llama del rock clásico durante los 70. De hecho en YouTube se puede encontrar un playback de Gordon para TVE en la que aparecen Carlos, Moisés y Loquillo simulando acompañarle en All By Myself. Momento fundacional, sin duda, del rock barcelonés de los 80. Aun sin discos en el mercado, los muchachos podían foguearse y chupar plano ante las cámaras de televisión. Existe, aun, un playback anterior de Carlos y Loquillo del Good Rockin’ Boogie en versión de Sleepy LaBeef. ¡Qué tiempos aquellos en que en un programa tan mainstream como Aplauso podían pasar estas cosas!
A todo ésto Carlos Segarra ya tenía claro que quería montar una banda de rockabilly.  Por aquel entonces un grupo de Montbau especializado e fiestas mayores llamado la Granja Azul se queda sin cantante, por lo que proponen a Carlos Segarra ser su vocalista. Aunque la Granja Azul ofrecía un repertorio en el que primaba el rock, en especial a través de versiones de Beatles y los Stones, no por ello dejaban de ofrecer cualquier tema clásico de varbena como Frenesí, por ejemplo. La Granja Azul era una banda compuesta por 6 músicos. Pero, aunque ellos fueran mayoría, Carlos impone una condición no negociable para ser el nuevo cantante: a partir de aquel momento solo se interpretara rock’n’roll.
Ahí se produce un giro fundamental, giro que se consolidará con las nuevas incorporaciones. En verano de 1979 entra Moisés Sorolla, ya que el anterior batería debe cumplir el servicio militar. Poco después, en septiembre, se incorporaría Aurelio.


Texto de Carles Prats para la caja 'Los Rebeldes 1979/1985', editado por Mitik Records

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